sábado, 10 de marzo de 2012

CENSANDO AVES: PAJARITOS POR AQUÍ, PAJARITOS POR ALLÍ



Las aves son consideradas como biondicadores de la calidad de un territorio. Su presencia o ausencia y la evolución de sus poblaciones muestran cómo es un lugar y cómo está siendo afectado su medio ambiente. Esto es debido a que las aves son el grupo animal presente en todos los continentes e incluso en los lugares más extremos del planeta. Además son seres que tienen una gran diversidad de fuentes de alimento y la mitad de ellos realizan desplazamientos migratorios, lo que les supone también se vean afectados por cambios no sólo en su lugar habitual de residencia sino en el de sus destinos y en los puntos de descanso.


Con mi buen amigo Alfonso censando buitres en el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia). Foto: Raúl González.

Para saber qué especies de aves tenemos y cuál es la evolución de sus poblaciones se realizan varios tipos de seguimientos de aves. Uno de ellos es el basado en hacer transectos, en los que durante un recorrido prefijado los ornitólogos voluntarios detectan las especies de aves presentes y su número. 

En esta técnica se basa el SACRE (Seguimiento de Aves Reproductoras en España ) que organiza la Sociedad Española de Ornitología y que comenzó en 1997 a extenderse por todo  el país. Cada año varios cientos de ornitólogos censan aves en esta actividad de carácter científico y, a la vez, lúdica y altruista. Son 142 las especies sobre las que se centra la atención de los SACRE, ya que por las características de esta modalidad de censos no se puede aplicar para aves marinas, especies de cría en colonias, rapaces, etc.

Mapa de las cuadrículas cubiertas para el Programa SACRE. Imagen de SEO/BirdLife.

Yo llevo ya 10 años cubriendo la cuadrícula UTM YH36 (10x10 km), considerada como “región Este”, y contribuyendo (con mi modesta ayuda) a conocer mejor a nuestras aves y, por tanto, para saber cuál es la evolución medioambiental de esa zona geográfica y del país.

Mi cuadrícula. Imagen de SEO/BirdLife.

89 especies y más de 13.000 aves
A grandes rasgos consiste en diseñar un recorrido de unos 20 km dentro de esa cuadrícula. Cada kilómetro, aproximadamente, se anotan todas las especies de aves (vistas o escuchadas) durante 5 minutos en dos franjas: a más o a menos de 25 m. Esto se hace una vez al principio de la época reproductora y otra a mediados-finales. Hay que repetir el mismo itinerario y las mismas condiciones cada año para así poder contar con una información fiable. En el periodo 2002-2010 he detectado en mi cuadrícula 89 especies distintas y más de 13.000 ejemplares. También “aprovecho” la cuadrícula para otros seguimientos (aves invernantes, especies nocturnas, atlas…) por lo que la conozco suficientemente bien.

Abubilla, una especie cuya población se considera “estable” para el territorio nacional y “en declive moderado” en el este de la península.


Urraca, una especie cuya población se considera “estable” para el territorio nacional y “en incremento moderado” en el este de la península.


Alcaudón meridional, especie considerada “en declive moderado” para el territorio nacional y para el este la península.


Mochuelo europeo, especie considerada “en declive moderado” para el territorio nacional y para el este la península.

Es una tarea que requiere tiempo para poder alcanzar un aceptable nivel de certeza sobre cuál es la evolución de las poblaciones de aves pero ya está empezando a generar conclusiones importantes. Desgraciadamente, no son muy alentadoras.


En la última década no se ha conseguido frenar la pérdida de la biodiversidad
Según el informe “Estado de conservación de las aves de España. 2010” publicado por SEO/BirdLife, “un 23% de los taxones de aves presentes en España con regularidad tiene un elevado riesgo de extinción, otro 23% de las aves comunes presenta una tendencia negativa y un 74% de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA, del inglés Important Bird Areas) muestra una tendencia o un estado de conservación desfavorable”.

De acuerdo a los datos obtenidos por los programas de seguimiento (el SACRE es de los más extendidos e importantes) el 20% de las especies tiene una tendencia negativa, la mayoría de ellas, relacionada con los medios agrícolas.

De otros censos y seguimientos se llega a otras conclusiones preocupantes en el citado informe:
  • 8 de los 16 taxones considerados como “en peligro crítico de extinción” corresponden a aves acuáticas, de acuerdo a los resultados de los censos realizados en 3.000 humedales españoles.
  • El 67% de las especies de aves esteparias se encuentran dentro de algún grado de amenaza.
  • Las aves marinas también muestran un deficiente estado de conservación.



Cerceta pardilla, especie catalogada como “en peligro crítico”.

Con estos datos y recordando que las aves son biondicadores de calidad ambiental, podemos hacernos fácilmente una idea del desastroso estado y evolución de nuestro medio ambiente.


Más info sobre el SACRE y otros programas de seguimiento en http://www.seguimientodeaves.org


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