miércoles, 16 de abril de 2014

BENACANTIL



Hito paisajístico y referencia en la historia de la ciudad Alicante, coronado por el Castillo de Santa Bárbara, el monte Benacantil, con unas 34 has. es también un refugio de fauna y flora dentro de la urbe. Un paseo por él siempre resulta agradable y para los que tenemos la cabeza llena de pájaros supone una alternativa cercana para poder disfrutar del canto y visión de las aves que lo habitan.

A modo de ejemplo, valga este pequeño paseo de una hora con Toni Zaragozí y algunos de sus alumnos del colegio por las cercanías de l’Ereta el pasado día 14.
 
Zona de acceso a l'Ereta.

Toni da explicaciones a sus alumnos sobre la aves que están viendo.


Entre la vegetación escuchamos el canto de varias Currucas cabecinegras y podemos ver a los Verdecillos bebiendo en los sistemas de riego por goteo. El cielo está compartido por Vencejos comunes (y algún Vencejo real) y las Gaviotas patiamarillas que tienen aquí, desde hace unos años, una colonia de cría.

Gaviota patiamarilla incubando en el Castillo de Santa Bárbara.

Los Jilgueros se dejan ver y escuchar por varios lugares, aunque es el canto de los Mirlos comunes los que más resuenan.

Las Golondrinas pasan de dos en dos hacia sus próximos lugares de nidificación.

La Lavandera blanca busca su alimento en el suelo, desplazándose con su característico movimiento de cola mientras corretea o camina. Mira por debajo de los cipreses de Cartagena (Tetraclinis articulata), especie que sólo aparece en Europa continental desde aquí hasta la Sierra de Cartagena y por el resto de arbustos, por si allí se esconde algún pequeño insecto.

Los Gorriones comunes (aunque son cada vez menos "comunes") están en continuo ir y venir en busca de alimento. Los restos de comida de los visitantes son su principal fuente de comida.
Gorrión común (hembra).


Una Abubilla, con su inconfundible aspecto, despega desde un claro del pinar, con esa forma de vuelo que recuerda al de una gran mariposa.

El Cernícalo vulgar está en plena incubación. Este pequeño halcón (que se alimenta de insectos, pequeños roedores y pequeñas aves) ha ocupado una oquedad y allí podemos ver a la pareja entrar y salir.

Cernícalo vulgar (macho). Foto mediante digiscoping (cámara+telescopio).

La tarde es calurosa y la inmediatez de las vacaciones hace que haya muchos visitantes en es este lugar y alguno se sorprende al ver   grupo mirando con el telescopio y los prismáticos.

Las vistas, desde cualquier punto del Benacantil y desde el Castillo de Santa Bárbara son espectaculares. Si aprovechamos el atardecer podremos ver una nueva imagen de la ciudad. Y, si tenemos mucha suerte y estamos atentos, podríamos encontrarnos allí uno de esos raros días en los que la niebla de advección inunda todo a nuestros pies.

Panorámica desde el Castillo de Santa Bárbara con entrada de niebla de advección marina.

Aspecto de la ciudad desde el Castillo de Santa Bárbara al anochecer.


Las aves siguen allí su proceso natural y ahora están en pleno momento de nidificación, mientras los visitantes van y vienen por este hito de la ciudad.



Más info:
Por si no conocéis la zona: 
http://www.alicante.es/comunes/noticias/baja_adjunto.php?depto=30150&codigo=78&adjunto=1

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