sábado, 14 de febrero de 2015

ANILLANDO EN EL ALGAR (OTRA VEZ)

Después del “exitazo” de hace un par de semanas (ver), hoy nos hemos resarcido con la sesión de anillamiento en el río Algar. Una mañana con un tiempo espléndido (incluso calorcillo) y anotando alrededor de 25 capturas. Éstas han estado muy repartidas en no pocas especies: bisbita, ruiseñor bastardo, curruca capirotada, carbonero común, gorrión común, mirlo común (ya con placa incubatriz), lavandera cascadeña y muchos mosquiteros comunes. 

Por las fechas en que estamos hay un buen número de recapturas, pero menos de las que esperábamos.

Curruca capirotada (macho).

Curruca capirotada (hembra).

Carbonero común.

Encontramos un curioso insecto que poco después nos identifican en un foro (Fotografía de Insectos y artrópodos de España) como Coreus marginatus, también conocido con el alias de Chinche de las calabazas.

Coreus marginatus.

Vemos varias especies más por la zona como un Gavilán que se lanza en un picado a por una presa que no podemos ver, por lo que nos quedamos sin conocer el resultado del lance. Hay petirrojos entre la vegetación y un par de agachadizas en el cauce. En los cultivos canta el verderón común y el zorzal charlo.


También anda por allí el bandito de Picos de coral con sus típicos sonidos de trompetilla y sus vistosos picos. Los ánades van río abajo y río arriba buscando el mejor sitio para nidificar.

Pesando un mosqui.

Midiendo el ala.

La tradicional foto de grupo, con Bérnia a las espaldas.

Cerramos la sesión tomando una cerveza en la playa, donde nos encontramos con nuestra amiga Mercedes Alberdi, quien nos pone al corriente de sus proyectos de reintroducción de Cernícalos primillas. Mer, si lees esto, que no se nos olvide lo que hemos hablado.


¿Quién necesita ir al Caribe teniendo esto tan cerca?

Arreglando el mundo (¡ay! si nos dejaran...)


La conversación, con el murmullo de las olas de fondo, gira entre primillas, tiburones, gorriones y otros temas menos pajariles. Apuramos las bebidas en un ambiente casi tropical y nos despedimos deseando a Marta una feliz y fructífera estancia entre las aves italianas. 


Buon viaggio, Marta